La deformación intencionada del cráneo ha sido practicada por todos los pueblos desde la prehistoria hasta principios del siglo XX. Esta práctica se asocia generalmente a las civilizaciones precolombinas, pero se han encontrado numerosos ejemplos de deformación intencionada del cráneo en Europa, en particular en la región de Toulouse.
Pocos de nuestros conciudadanos saben hoy que su país fue uno de los últimos del mundo donde los recién nacidos se sometían a estas modificaciones corporales voluntarias, hasta la década de 1920. ¿Cuáles eran las motivaciones de los deformadores? ¿Cuál era el origen de esta costumbre? ¿Qué técnicas utilizaban? ¿Qué consecuencias tenían estas prácticas, en particular sobre el crecimiento del cerebro y la cognición? Este libro recopila todos los datos actualmente disponibles sobre las deformaciones en Toulouse y plantea algunas cuestiones de gran actualidad: el peso de la tradición en la capacidad de infligir sufrimiento a los demás, la percepción del bienestar de un niño y la comprensión del crecimiento craneal en relación con el entorno. El autor se basa en datos actuales de la bibliografía y en 15 años de investigación sobre la antropología física de las deformaciones intencionadas llevada a cabo por su equipo en el laboratorio «Forma y crecimiento del cráneo» (Hôpital Necker – Enfants Malades, AP-HP, Université Paris Cité), en colaboración con el Muséum National d’Histoire Naturelle, el Muséum de Toulouse y el Departamento de Ingeniería Mecánica del University College de Londres (Reino Unido). Este libro es el primero dedicado a las deformaciones intencionadas del cráneo en Francia, y será de interés para cirujanos maxilofaciales, antropólogos y cualquier persona interesada en este extraordinario y poco conocido episodio de la historia cultural europea.
Roman Hossein Khonsari
La deformación craneal es una práctica ancestral aplicada a los lactantes. En Toulouse, esta tradición perduró hasta los albores de la Primera Guerra Mundial, lo que le valió incluso el nombre de «deformación toulousaine».
No son de Marte ni de una película de Hollywood. Estos extraños cráneos alargados que duermen en el sótano del Museo de Toulouse son efectivamente humanos… ¡e incluso de Toulouse! Son el resultado de la deformación craneal deliberada de bebés, una práctica muy extendida hasta el siglo XIX, sobre todo en nuestra región, donde se le ha dado un nombre: la «deformación toulousaine».
«No se equivoque, estas deformidades no son, en sentido estricto, específicas de Toulouse», explica Bertrand de Viviès, director de los museos de Gaillac y autor de libros sobre el tema: “Recibieron su nombre porque los primeros antropólogos parisinos que se interesaron por ellas en el siglo XIX hicieron sus observaciones en los hospitales y asilos tolosanos”.
* Le crâne toulousain es una obra cofinanciada por el Instituto Jean Delaire – Institut Jean Delaire
Crédito de la foto: Fonds Trutat, Muséum d’Histoire Naturelle de Toulouse.
Fuente: la dépêche
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